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Día 5: Descubriendo el Parque Nacional de Cahuita
Parque Nacional de Cahuita
Después de la emoción de la visita del día anterior a los Bribris, esta mañana decidimos visitar el Parque Nacional Cahuita.
Este parque tiene una serie de características especiales, como ser el hogar de muchos perezosos. También es frecuente ver mapaches y coatíes.
El acceso también es bastante especial, ya que no se necesita entrada: es una donación voluntaria. Suele recomendarse donar entre 10 y 15$ por persona. Los beneficios se destinan a una asociación encargada del mantenimiento del parque.
Una vez hecho el donativo, entramos en el parque, situado en la playa. Nos dijeron que una pequeña víbora cornuda se escondía detrás de un árbol. Esta víbora de color amarillo brillante es bastante común en la zona. Afortunadamente, es muy tranquila y prefiere esconderse para no ser molestada.
Parque Nacional de Cahuita es espléndida, con un sendero protegido por árboles que bordea la costa. Permite observar numerosas especies animales a sólo 10 metros de la playa.
Para los niños, es un parque tranquilo y seguro. La proximidad de la playa y la riqueza de la fauna lo convierten en uno de los favoritos de los niños.
Bebés
Aquel día vimos tres perezosos, un mapache, numerosos lagartos, antílopes de cabeza negra e innumerables cangrejos. No es raro ver algunas serpientes y muchas salamanquesas.
No pasamos más de un par de horas en el parque, ya que tenemos que volver a la carretera para dirigirnos a las grandes llanuras del norte: la ciudad de La Fortuna, a los pies del volcán Arenal.